Nuestra historia

Iglesia Oak Valley nació en los corazones de los pastores Tom y Joyce Villalobos con la visión y previsión de alcanzar a las nuevas comunidades, planeado para las áreas de Yucaipa, Calimesa, Beaumont y Banning.

Los pastores Gordon y Wanda Young les enviaron fuera de la Iglesia de la Colina en Redlands, con la bendición para plantar una nueva iglesia y el Día del Padre en junio de 1990, celebramos los servicios de apertura de la iglesia de Oak Valley en las instalaciones alquiladas de la Academia Adventista del Séptimo Día en Calimesa.

Dios milagrosamente abrió la puerta para arrendar y renovar la antigua instalación del Banco de America en Calimesa, que había estado vacía durante muchos años. La segunda parte de este milagro llegó en 1994, cuando Dios se movió en el corazón del propietario del banco para "vender" el edificio a nuestra iglesia por sólo un dólar. El edificio del banco era evidencia de la mano de Dios sobre la iglesia. Esta generosa donación nos permitió vender esta parcela en el  centro y utilizar los recursos para pagar en efectivo por nueve acres de propiedad de fachada autopista en Calimesa.

En abril de 2000, la iglesia celebró la inauguración de sus nuevas instalaciones multiusos. Después de diez años de crecimiento y bendición, servicios múltiples permiten que más de 1.200 personas sean ministradas semanalmente. En la raíz de la visión y los propósitos de Dios para nuestra iglesia, hemos adquirido un nuevo campus ubicado en la misma carretera aproximadamente dos kilómetros al oeste de los límites de la ciudad de Yucaipa.

El nuevo campus es seis veces el tamaño de nuestro edificio actual. ¡Estamos muy entusiasmados con lo que Dios ha hecho! Las oficinas administrativas están operando en esta nueva ubicación. Seguiremos sosteniendo todos los servicios de iglesia en nuestro sitio en Calimesa hasta que hayamos remodelado completamente nuestro nuevo campus.

Dios nos ha plantado estratégicamente en las comunidades de Yucaipa, Calimesa, Beaumont, Banning, Redlands y las áreas circundantes de Highland y San Bernardino, para ser una bendición para nuestra ciudad y las comunidades nuevas y prósperas a nuestro alrededor. Deseamos ayudar a la gente a vivir vidas saludables y exitosas y experimentar la vida en la manera que Dios diseñó. Todo lo que hacemos está propuesto para hacer una diferencia en nuestro mundo y para llevar a gente a la vida a través del amor de Dios.